(Alcalá de Henares 1.547 - Madrid 1.616)
Es la figura cumbre de la literatura española, a quien se ha dado el sobrenombre de "Príncipe de los Ingenios". Miguel de Cervantes Saavedra fue hijo de un cirujano que deambuló con su familia por varias ciudades: Valladolid (1.550), donde el padre sufrió prisión por deudas; Sevilla (1.564), donde es posible que estudiara en el colegio de los jesuitas; Madrid (1.566), donde cursó humanidades. En 1.569 pasó a Italia donde entró al servicio del legado Giulio Acquaviva. Poco después sentó plaza de soldado e intervino en la batalla de Lepanto (7 de octubre de 1.571), a bordo de la galera Marquesa, bajo las órdenes de don Juan de Austria, fue herido en el pecho y en la mano izquierda, que le quedó para siempre estropeada. Tras seis meses de permanencia en un hospital de Mesina reanudó la vida militar, tomando parte en varias expediciones navales. En 1.575, cuando regresaba a España a bordo de la galera Sol, cayó en poder de los piratas berberiscos que lo tuvieron cautivo en Argel durante cinco años. En 1.580, tras cuatro intentos de fuga, fue rescatado por los padres trinitarios. En 1.584 se casó con Catalina de Salazar y Palacios. Entre los años 1.587 - 1.600 vivió en Sevilla como comisionado para el aprovisionamiento de la armada y, más tarde, para el cobro de impuestos. Realizando estos menesteres vino a Vélez-Málaga donde permaneció seis días, hospedándose en la conocida Casa de Cervantes; en el Quijote hay un pasaje donde se dice lo siguiente:
- ¡Gracias sean dadas a Dios, señores, que a tan buena parte nos ha conducido! Porque , si yo no me engaño, la tierra que pisamos es la de Vélez-Málaga... Los últimos años de su vida los pasó en Madrid, en gran parte con la ayuda que recibió de la generosidad del arzobispo de Toledo y del Conde de Lemos a quien cuatro días antes de su muerte (23 de abril de 1.616) dedicó los Trabajos de Persiles y Sigismunda.
Miguel de Cervantes Saavedra fue un escritor oscuro y sin prestigio alguno hasta los 58 años, cuando apareció la primera parte del Quijote. Sólo disfrutó de 11 años de gloria literaria, la cual no alivió demasiado su situación económica.
a) Como poeta se acredita con numerosas composiciones sueltas, epístolas, sonetos, etc., insertas en el Quijote, La Galatea, en las Novelas Ejemplares... Aunque él mismo afirma en Viaje del Parnaso: "Yo que siempre me afano y me desvelo por parecer que tengo de poeta la gracia que no quiso darme el cielo..."
b) Como dramaturgo, escribió en verso la tragedia Numancia y varias comedias también en verso: El trato de Argel, Los baños de Argel, El gallardo español y La gran sultana. Otras obras son: Pedro de Urdemalas, El rufián dichoso, La casa de los celos, El laberinto del amor, La guarda cuidadosa, El vizcaíno fingido, El juez de los divorcios...
c) Como novelista, da Cervantes toda la dimensión de su genio, ya sea en el inmortal Quijote (primera parte, 1.605; segunda parte, 1.615), ya en La gitanilla, en Rinconete y Cortadillo, en las Novelas Ejemplares (1.613) o bien en su novela pastoril de La Galatea. Sobre el valor de Cervantes como novelista basta consignar que todos los grandes novelistas del s. XVII al XX han sufrido la influencia del Quijote.
Es la obra maestra de Miguel de Cervantes y una de las joyas de la literatura universal. Su primera parte apareció en Madrid (1.605) y alcanzó un éxito inmediato; la segunda parte no vio la luz hasta 1.615 y encontró aún mejor acogida. En el intermedio (1.614) apareció un apócrifo Segundo tomo del Ingenioso Caballero Don Quijote de la Mancha, cuyo autor encubrió su personalidad bajo el seudónimo de Licenciado Alonso Fernández de Avellaneda.
La obra tiene por figura central al hidalgo con sobrenombre Quijada o Quesada que, enloquecido por la lectura de libros de caballerías, abandona el pueblecillo manchego donde vive para salir a la busca de aventuras en defensa de la justicia y el honor de una dama, Dulcinea. Monta un flaco rocín que atiende al nombre de Rocinante y tiene por escudero al rústico Sancho Panza, que monta un asno y tiene a su cuidado las necesidades materiales de su señor; Sancho, a pesar de su espíritu práctico y sagaz también está tocado por la locura de su amo, pues cree en la ínsula que don Quijote le promete como premio a sus servicios. Ese argumento básico sirve de hilo para engarzar una serie de episodios, muchos originariamente independientes.
Cervantes, que se propuso crear una sátira de los libros de caballerías, plasmó al mismo tiempo la antítesis más perfecta del espíritu español: el tipo idealista, caballeresco, romántico y soñador que, olvidando las necesidades de la vida material, se lanza en pos de quimeras inaccesibles; y el tipo positivista, realista y práctico, tocado, sin embargo, de fatalismo, superstición y de confianza en la suerte.
Nosotros creemos que los valores de ambos son tan grandes que no tienen fronteras, que no se pueden quedar a medio camino, en un solo pueblo, en un solo lugar, si no que fácilmente alcanzan una dimensión universal.
Esta magna obra ha sido traducida a todas las lenguas cultas del mundo en innumerables ediciones.